domingo, 27 de diciembre de 2009

Citas de "el camino del Tao"

[...] Desde los últimos años del siglo +19 los eruditos de la tradición occidental, incluyendo muchos chinos y japoneses, parecen haber impuesto la tendencia a arrojar dudas sobre la historicidad de las figuras "legendarias" del pasado, especialmente si son de tipo religioso o espiritual. Llevará muchos años determinar si ello marca un estilo o una moda de la erudición moderna, o si realmente conlleva una investigación sincera. Para agradar a sus profesores, muchos graduados exitosos fingen un mordaz escepticismo y un aura de objetividad científica, como si el proponer tesis aceptables fuera cuestión de protocolo. A fuerza de considerar los textos bajo una gran lupa, uno se pregunta si a los pedantes no se les escapan aspectos que, a simple vista, resultan obvios.

[...] El mundo natural no es un sistema lineal. Éste implica una infinidad de variables interactuando simultáneamente, de modo que llevaría una cantidad incalculable de eones expresar un solo momento de su funcionamiento en un lenguaje alfabético y lineal. ¡Dejemos en paz al universo! Tomemos por ejemplo el caso del planeta Tierra, o incluso lo que hay en un pequeño estanque o, ¿por qué no?, la estructura del átomo. En este punto es donde los problemas de lenguaje se relacionan con la filosofía taoísta porque, como comienza diciendo el libro de Lao-tzu, el Tao que puede ser expresado no es el Tao Eterno (o Absoluto). Continúa mostrando que existe un modo de comprender y acompañar el proceso de la naturaleza distinto al de expresarlo en palabras. Después de todo, el cerebro -el verdadero órgano de la inteligencia- desafía incluso las descripciones lingüísticas de los más grandes neurólogos. En consecuencia, un lenguaje ideográfico resulta más próximo a la naturaleza que uno estrictamente lineal y alfabético. En todo momento la naturaleza es una simultaneidad de modelos. El lenguaje ideográfico configura una serie de modelos y, hasta este punto, es todavía lineal, aunque no trabajosamente lineal como el lenguaje alfaético.

[...] En las raíces mismas del pensamiento y sentimiento chino reposa el principio de polaridad, que no debe confundirse con los conceptos de oposición o conflicto. En las metáforas empleadas por otras culturas, la luz está en lucha con la oscuridad, la vida con la muerte, lo bueno con lo malo, lo positivo con lo negativo; así, a lo largo y a lo ancho del mundo florece un idealismo que pretende cultivar el primero y verse libre del último. Para el modo de pensar tradicional chino, esto resulta tan incomprensible como la existencia de una corriente eléctrica sin sus polos positivo y negativo, puesot que el concepto de polaridad se basa en el principio de que + y -, norte y sur, son aspectos diferentes de uno y el mismo sistema, y la desaparación de uno de ellos significaría la desaparición del sistema.

[...] El principio sostiene que si se deja que todas las cosas sigan su camino, la armonía del universo quedará establecida, ya que cada proceso del mundo puede "realizarse" sólo en relación con todos los otros. La analogía política la encontramos en el anarquismo de Kropotkin, teoría que postula que si se deja a las personas hacer lo que les place, seguir su naturaleza y descubrir lo que realmente les satisface, un orden social emergerá por sí mismo. La individualidad es inseparable de la comunidad. En otras palabras, el orden de la naturaleza no es un orden forzado; no es el resultado de leyes y preceptos que los seres humanos se vean obligados a seguir al sentirse presionados por la violencia externa; ya que en la concepción taoísta no existe realmente un mundo obstinadamente externo. Mi interior surge y se corresponde con lo que es exterior a mí, y, aunque ambos difieran, no pueden verse disociados.


Alan Watts, el camino del Tao

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